NÓRDICOS DE PLUMAS
Asesorar a un cliente sobre la mejor elección a la hora de comprar, sigue siendo una de las cosas más complejas de esta profesión. A veces, resulta muy complicado hacer entender a los clientes el porqué de los grandes diferenciales de precio que hay entre productos con tejidos aparentemente iguales y en el que no se puede apreciar el relleno interior.
No me cansaré de repetirlo, pasamos un tercio de nuestra vida en la cama. Acertar en la elección del nórdico de plumas asegura un extraordinario confort, superior a cualquier otra prenda para la cama, gracias a sus cualidades únicas. No hay porqué decantarse por la opción más económica siempre por sistema, porque las diferencias son enormes si se saben explicar, y a veces la diferencia de precio entre un mal producto y un buen producto no es tan grande.
Los nórdicos llamados naturales son aquellos cuyo relleno está compuesto por plumas y/o plumones de ave, patos u ocas. El plumón es el copo, la parte más ligera de la pluma y que aporta mejor capacidad aislante y de transpiración, mientras que lo comúnmente entendido como pluma, aun siendo de calidad, tiene una parte de caña que ni transpira ni aísla como el plumón. Obviamente, cuanto más plumón y menos pluma, mucho mejor, y generalmente, mayor precio.
Existen muchos tipos de patos y ocas, y cada tipo produce una calidad de pluma distinta, con propiedades distintas. El plumón de oca suelen ser de mayor calidad que los de pato. Esto, como bien hemos dicho, es una generalidad, pues este hecho depende de la procedencia del animal o su alimentación. Por ejemplo, normalmente será más recomendable un nórdico relleno con plumón de pato europeo (proceden de aves adultas cuyo duvet es de mayor calibre y por tanto la capacidad aislante es mayor) que de ocas asiáticas (generalmente animales más jóvenes y pequeños, que han vivido con dudosos hábitos alimenticios, que dan como resultado un plumas y plumones de peor calidad). Lo dicho, todo un mundo.
En segundo lugar, tenemos los nórdicos sintéticos, también llamados de fibra (poliéster). Del mismo modo que en los naturales, existen múltiples tipos de fibras que pueden resultar parecidas, pero cuya calidad varía del cielo a la tierra (y en algunos casos, llegar hasta el mismísimo infierno). En general podemos afirmar que los naturales son de mayor calidad que los sintéticos, ostentando un peso menor y un nivel de atributos (capacidad transpiración, aislante y duración) superior. Obviamente, los naturales resultan más caros que los sintéticos. Y si no es así, dude, algo no cuadra.
Debemos asociar un buen nórdico a una buena capacidad aislante, ya que en el caso de los naturales, cuanto mejor es el plumón sus filamentos serán más largos formando miles de cámaras de aire que guardan el calor corporal, permiten una excelente circulación del aire y una rápida evaporación de la humedad, siendo estas 3 propiedades las que diferencian un nórdico de buen plumón de uno de pluma, que aporta peso, calor por la escasa circulación de aire o de rellenos sintéticos de mala calidad (porque hay fibras sintéticas muy avanzadas tecnológicamente que ofrecen propiedades algo parecidas al plumón). Y por supuesto, cuanto mejor es la calidad del plumón, necesitaremos menos cantidad de relleno para cumplir el objetivo, de ahí que los mejores sean tan ligeros.
NUNCA COMPRES UN COLCHÓN SIN ANTES PROBARLO EN NATTEX